En América Latina y también en algunos países de Europa, lejos estamos de aprovechar la información que se genera minuto a minuto.

Los factores son variados, ya que para el óptimo manejo de esta información se necesita invertir en software, además de perfiles tecnológicos que sepan interpretar, analizar y presentar de manera productiva este gran caudal de datos.

Para pequeñas y medianas empresas no queda mayor opción que trabajar con recursos propios y, verdaderamente, hacer lo posible con la plantilla disponible.

El caso de Gobiernos y grandes corporativos debe ser tratado con una óptica diferente, ya que aún contando con recursos para tener estrategias de análisis de datos optan por seguir manejando la información de la que disponen de una manera muy básica, por no decir obsoleta.

La correcta interpretación de los datos nos permite tener estrategias puntuales, tal es el caso del manejo de la epidemia COVID 19 en España.

Si se hubieran interpretado de manera correcta los datos que el Gobierno tenía disponibles, el daño hacia la población y la economía sería mucho menor.

Ciertas resistencias burocráticas impidieron que funcionarios con altos perfiles tecnológicos y amplia experiencia en el sector tuvieran poder de decisión.

Debemos construir el futuro sin anhelar el pasado, los tiempos cambian y la clave del éxito en esta época de turbulencia es saber construir de acuerdo a las necesidades actuales.

La tecnología ya es un aliado inseparable de la realidad humana. Despertemos el interés de nuestros clientes para utilizarla.

Así que afinemos la puntería usando la tecnología, aprovechando todos los recursos que nos brinda.